Sin teatro y un único periódicoCada pueblo (o ciudad chica) es un mundo de extraños espacios sociales, culturales y políticos. La frase popular “pueblo chico infierno grande” es la que mejor refleja el cuadro.
¿Se puede vivir sin un cine/teatro y con un sólo periódico a más de 500 kilómetros de Buenos Aires y a casi 200 kilómetros de una urbe moderadamente moderna y provista de esos “lujos”?
Es difícil para quienes aspiran a superar la etapa prehistórica, durante la cual era más que suficiente conseguir comida y una mujer.
Es cierto que Coronel Suárez es un distrito “pujante y en crecimiento”; tan cierto como que la ascendente franja etaria 25/45 años -con niveles de formación terciarios o universitarios- posee escasísimos recursos culturales para sobrellevar su vida cotidiana, salvo esperar la llegada de los matutinos porteños (o de Bahía Blanca), sin olvidar la matinal lectura de los diarios on line y que los videos clubes reciban los últimos estrenos.
En ambos casos falla la iniciativa privada y hasta se podría decir la falta de una visión contemporánea (ni hablar de futurista) de los incentivos necesarios para un anclaje social al estilo del siglo XXI, que posteriormente y lógicamente repercutirían generando consumo y ganancias sobre las inversiones que se efectuaran. Además de evitar la emigración de los habitantes jóvenes.
¿Se puede vivir sin un cine/teatro y con un sólo periódico a más de 500 kilómetros de Buenos Aires y a casi 200 kilómetros de una urbe moderadamente moderna y provista de esos “lujos”?
Es difícil para quienes aspiran a superar la etapa prehistórica, durante la cual era más que suficiente conseguir comida y una mujer.
Es cierto que Coronel Suárez es un distrito “pujante y en crecimiento”; tan cierto como que la ascendente franja etaria 25/45 años -con niveles de formación terciarios o universitarios- posee escasísimos recursos culturales para sobrellevar su vida cotidiana, salvo esperar la llegada de los matutinos porteños (o de Bahía Blanca), sin olvidar la matinal lectura de los diarios on line y que los videos clubes reciban los últimos estrenos.
En ambos casos falla la iniciativa privada y hasta se podría decir la falta de una visión contemporánea (ni hablar de futurista) de los incentivos necesarios para un anclaje social al estilo del siglo XXI, que posteriormente y lógicamente repercutirían generando consumo y ganancias sobre las inversiones que se efectuaran. Además de evitar la emigración de los habitantes jóvenes.
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No hay de que asombrarse. Los empresarios siempre quieren ganar más de 50% por cada peso que ponen y la cultura en Argentina no es rentable.
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