miércoles, 2 de julio de 2008

Desde Pinamar / La masacre de los Palotinos

5 asesinatos sin resolver



El 8 de Mayo de 1970 el querido padre Pedro Duffau nos casó en la Parroquia San Patricio del barrio de Belgrano, en la Capital Federal. El 4 de Julio se cumplen ya 38 años de su asesinato a manos de la dictadura militar, me gustaría recordarlo en este blog. Saludos, Albino

La masacre de los Palotinos

Esa noche de julio de 1976, los vecinos de la Parroquia San Patricio del Barrio de Belgrano en Buenos Aires, vieron un automóvil Peugeot negro, estacionado frente a la parroquia con cuatro hombres adentro. Llamaron a la policía y momentos después, un patrullero se detuvo junto al auto negro y luego de un breve diálogo, se alejó. Sin embargo, el patrullero advirtió a un custodio privado en la esquina del templo, de no intervenir. Evidentemente, los ocupantes aguardaban que todos los moradores regresaran a la casa parroquial para entrar en acción.
Después de la medianoche, los ocupantes del auto negro penetraron en la comunidad de los Padres Palotinos en la parroquia San Patricio, maniataron a los religiosos (tres sacerdotes y dos seminaristas) uno junto al otro, los golpearon y los fusilaron por la espalda. Fue uno de los crímenes más horrendos de la dictadura militar argentina, en el que fueron asesinados los padres Alfredo Leaden, de 57 años, superior de la comunidad y superior de los Palotinos en Argentina; Pedro Duffau, de 68 años, vicario parroquial y profesor retirado, y Alfie Kelly, 43 años, párroco de San Patricio, Decano de la zona y Director del seminario de Catequesis de Belgrano. Con ellos fueron asesinados los seminaristas: Salvador Barbeito, de 30 años, próximo a ordenarse y el postulante Emilio Barletti, de 24 años.

Ese domingo 4 de julio por la mañana, Rolando Savino, organista, se levantó para asistir a la primera celebración de la misa. Llegó a las siete y media. Había poca gente en la calle y extrañado, vio que el templo permanecía cerrado. Tocaron el timbre y dieron golpes en las puertas sin obtener respuesta. A las ocho menos cinco, Rolando dio un rodeo a la casa y entró. No percibió movimientos. Creía que los sacerdotes se habían quedado dormidos, pero todo estaba revuelto y había inscripciones en las puertas y en la alfombra.
En la sala de la comunidad, estaban los cuerpos ensangrentados de los cinco religiosos, tirados en el suelo.

¿Cuáles fueron los objetivos de tal masacre?

¿Por qué asesinar a ese grupo de religiosos palotinos que nunca habían integrado el movimiento de curas tercermundista? Los asesinos no pudieron haberse equivocado porque los documentos de las víctimas se hallaban a los costados de los cadáveres. ¿Fue un ataque destinado a silenciar a la Iglesia? ¿Se tomó a esa comunidad religiosa como una represalia general para atemorizar a otras congregaciones religiosas, obligándolas al silencio?
Antes habían desaparecido las religiosas francesas y unas semanas después de la masacre de San Patricio, en La Rioja, eran asesinados los sacerdotes Longueville y Murias (18.07), el laico Wenceslao Pedernera (25.07) y el mismo Mons. Angelelli el 4.08.
La cuestión del móvil de la masacre de San Patricio, es aún hoy, sujeto de controversias. Nunca se conocieron a los autores del crimen y las sombras siguen protegiendo a los hombres que ejecutaron esa masacre cumpliendo, seguramente, órdenes.
El único sobreviviente de esa noche, el P. Rodolfo Capalozza, en ese tiempo postulante de la congregación, que visitaba a sus padres esa noche, despejó toda duda en una entrevista exclusiva: "Los padres Pedro y Alfredo Lieden eran mayores. No sabían gran cosa de política, pero transmitían una paz interior muy profunda. El párroco Alfie Kelly era un hombre de oración, orientado pastoralmente hacia la dirección espiritual y el trabajo con jóvenes.
Su fuerte era la catequesis y los jóvenes. Es verdad que la comunidad estaba intentando vivir el espíritu del Concilio Vaticano II y de Medellín, en un estilo de vida profética de presencia del Reino de Dios y en un compromiso para fortalecer nuestros vínculos interpersonales y sociales, pero la comunidad no tenía contacto con ningún grupo de Derechos humanos. Algunos trabajábamos con jóvenes en una villa, y el párroco Alfie tenía predicaciones crudas de concientización social, pero había en las villas, comunidades mucho más comprometidas a nivel social y político. San Patricio no tenía nada de eso.
Por supuesto que, en ese contexto político de la historia del país y en un barrio donde vivía mucha gente ligada al poder, la comunidad había tenido que soportar más de una vez, acusaciones y calumnias de ser "comunistas". Una noche incluso, Alfie Kelly nos confió que estaban levantando una campaña contra él y mencionó su temor de que eso pusiera en peligro a toda la comunidad. Ya había noticias de atropellos y de personas que estaban desapareciendo misteriosamente. Pero el comentario general de la comunidad, fue que teníamos que ser fieles a Dios, antes que a los poderosos de este mundo. Por eso, yo creo que ellos murieron en la conciencia de saber que nuestra fidelidad al Evangelio y a las personas que más sufrían en el país, nos podía traer incluso la muerte. Creo que su muerte debió ser un acto libre, de parte de ellos, de jugarse por Cristo hasta el final".

Los padres Leaden, Kelly y Duffau están enterrados en el Cementerio de Mercedes, en un predio que pertenece a la congregación irlandesa. El seminarista Emilio está enterrado en San Antonio de Areco, junto a la tumba de su padre, mientras que Salvador está enterrado en Avellaneda cerca del domicilio de su familia. En la parroquia de San Patricio, hay un monumento que los recuerda, con cinco sólidas piedras con marcas de balas, que representan el compromiso de los religiosos con el Evangelio y con el pueblo de Dios, a lo largo de un camino que lleva al Padre. El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, acaba de autorizar el inicio del proceso de canonización de los Mártires de San Patricio.
Juntos vivieron, juntos murieron…
derramando su sangre por el evangelio.
Que en paz descansen.

Una crónica basada en una entrevista con Rodolfo Capalozza S.A.C. y en la publicación "Mes de la Memoria" del Espacio Ecuménico de la Confar / Fotos: Mario Olea.

hefner.albino@gmail.com

martes, 1 de julio de 2008

Desde Buenos Aires / Abuso Infantil


Una sola ONG recibió 750 víctimas en 6 meses
Más de 2000 casos de violencia, maltrato y abuso infantil recibió Salud Activa durante 2007.

Salud Activa -la ONG dedicada a luchar contra la violencia, el maltrato y el abuso- reveló sus alarmantes datos estadísticos sobre casos de violencia, maltrato y abuso infantil.
Desde los comienzos de la institución en el año 1999, año a año han aumentado los casos que han sido derivados tanto por las escuelas como por las dependencias judiciales. En el 2007 las cifras han trepado a los 720 casos derivados de escuelas y a 1300 provenientes de distintas dependencias del poder judicial; quedando otros 150 en lista de espera.
En el transcurso de 2008 ya se han recibido más de 750 víctimas, mientras que otras 230 aguardan para ser atendidas.
En el último mes ingresaron a Salud Activa 25 casos de los cuales el 12% corresponde a derivación escolar; el 24 % a violencia familiar y el 64% abuso sexual infantil.
El promedio de atención semanal actualmente es de 500 pacientes y si bien el rango de las edades oscila entre los 2 a 67 años, la mayoría tiene entre 5 a 17 o bien entre 22 a 45 años.
Si bien la institución recibe víctimas de todo el Gran Buenos Aires, las principales localidades son Merlo, San Antonio de Padua, Libertad, Pontevedra, Parque San Martín, Ituzaingo, Morón, San Justo, Moreno, Mercedes y Luján.
Algo no está bien. ¿Qué opina?

Si quiere saber más: www.saludactiva.org.ar